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El día de la marmota

En este mismo espacio, en el mes de julio de 2019, escribíamos: “A las puertas de un verano que se nos antojaba de tranquilidad, también mental, en el que nos hacíamos disfrutando de unas vacaciones sin más, pues veníamos de varios meses de negociación con las empresas en el que parecía que el consenso era la tónica y el entendimiento la norma general; la realidad, de nuevo, nos ha hecho dar un nuevo golpe en la mesa. Reuniones suspendidas, dilaciones en los encuentros e intransigencia en diversas cuestiones vitales para nosotros hicieron que, a través de un comunicado interno, solicitáramos a nuestras filas estar atentas, pues habría que tomar decisiones para conseguir volver a tener a la patronal dispuesta a la negociación real, la que exige flexibilidad y diálogo, para cerrar el V Acuerdo Marco”.

Si cambiamos verano por Navidad y si en vez de varios meses decimos desde principios de octubre, cuando el Gobierno nombró a dos técnicos, expertos juristas en materia laboral y de competencia, como presidentes de la Comisión Negociadora, podríamos redactar prácticamente lo mismo en estas fechas. Parecería el Día de la Marmota si no fuera porque el golpe en la mesa, en esta ocasión, ha sido más contundente.

De talante dialogador, como somos, y con la convicción de que la negociación es la vía natural para llegar al consenso, hay momentos -cuando se nos falta al respeto, cuando lo que reina es la mala fe-, en los que tenemos que utilizar otras herramientas y no nos tiembla el pulso.

Por eso hemos presentado un preaviso de huelga, que ejecutaremos en la semana del 25 de noviembre, porque para nosotros es vital sentarnos a negociar, con intención de entendernos, y no levantarnos hasta conseguir acuerdos. Nos queda poco más de un mes para que nuestros convenios pasen a ser nulos.

Hemos trabajado mucho y muy duro para hacer crecer los puertos y para ejercer en ellos nuestra labor profesional de manera digna, son nuestra casa, nuestro sustento y el de nuestras familias, está muy equivocado el que piense que vamos a tirar por la borda tanto ahínco y desvelo.

Hoy, como siempre, más que nunca, ni un paso atrás.