Recientemente se ha cumplido un año desde que el Gobierno estatal decretara el confinamiento del país, un hito histórico que a cada uno le ha marcado de manera particular, pero que ha servido para aprender a priorizar y a conocer nuevas realidades.

Una de ellas, sin duda, que somos un sector estratégico y prioritario, pero que para continuar prestando ese servicio también se necesita trabajar con todas las garantías sanitarias, que los profesionales del sector puedan relacionarse laboralmente con total tranquilidad.

Otra ha sido el poner en la mesa el debate sobre la necesidad de acercar los centros de producción a los puntos de distribución y evitar retrasos en la adquisición de materias primas esenciales. Aspecto que se volvió a rescatar con el reciente incidente del mega buque de contenedores encallado en el Canal de Suez, bloqueando el transporte de mercancías hacia Europa.

En ambos casos, la responsabilidad, la profesionalidad del personal de nuestros puertos ha sido ejemplar, un hecho que ha sido también avalado por los grupos políticos en el Congreso de los Diputados que nos han respaldado, vía Proposición No de Ley, en nuestro objetivo de lograr un marco jurídico-societario adecuado de los Centros Portuarios de Empleo y garantizar los derechos laborales en la estiba.

La unidad de acción, sin duda, es nuestra fortaleza.