La dispar evolución de la economía internacional, el debilitamiento del consumo y la incertidumbre internacional han originado unas expectativas de crecimiento económico no esperados tras la pandemia en lo que al transporte marítimo internacional se refiere.

La caída de los fletes de estos servicios, a pesar del retroceso de la demanda en el consumo, está contenida; lo que se debe, en cierta medida a que aún se puede observar congestión en los puertos más importantes en el transporte marítimo que conectan Europa y los Estados Unidos.

En los puertos estratégicos del mundo aún hay muchos buques atrapados a la espera de acceder a los muelles, una realidad que incluso supera los niveles existentes antes de la pandemia, según el análisis de la consultar Freightos.

Diversos analistas consideran además que este año, como consecuencia del contexto internacional en crisis, no habrá temporada alta en la economía y por tanto, no se prevén desabastecimientos. Más concretamente, la citada consultora opina que en los servicios entre Asia y el norte de Europa, con la demanda cayendo un 6% de media al año, los fletes han retrocedido también un 64% en lo que va de año. Sin embargo, lo singular es que las tarifas son 4,5 veces superiores a las que se abonaban en estas mismas rutas en 2019.

Respecto a los fletes de los tráficos que atraviesan el Atlántico también están 3,5 veces por encima de los precios de 2019, pese a que desde finales de agosto han caído un 15%.