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Casi treinta proyectos para construir, entre todos, un mundo mejor

coordinadora-solidaria-5-300pxQue la solidaridad es uno de los valores eje de nuestra idiosincrasia como colectivo, a estas alturas, queda claro. Que nos mueve hacer una sociedad más igualitaria, un mundo más humano y que defendemos a ultranza, y apoyamos a quienes también lo defienden, que el trabajo digno no es un lujo, es, igualmente, algo que ya sabemos todos.

Pero cuando miramos atrás, cuando hacemos análisis de estos doce meses, diez de ellos especialmente complicados, y comprobamos hasta qué punto nos implicamos en hacer algo tangible de nuestra filosofía solidaria, sigue sorprendiéndome la cantidad y calidad de proyectos que sacamos adelante. De distinta índole, orientados a muy diversos colectivos, los estibadores y los trabajadores portuarios tenemos un compromiso emocionante con el prójimo, especialmente aquél que está desfavorecido.

En este 2020 que ahora acaba, la realidad sanitaria nos puso en primera línea, solo el hacer nuestro trabajo cuando el país estaba confinado ya fue un acto solidario, y así nos lo reconocieron desde diferentes instituciones y medios de comunicación. Además, en esos meses, hicimos un esfuerzo mayor y, desde los distintos puertos, apoyamos iniciativas de distintas instituciones y creamos otras para paliar las necesidades generadas por la pandemia.

Así, en Algeciras, por ejemplo, entregaron alimentos y productos de higiene a diferentes parroquias y asociaciones, así como aportaciones económicas para comprar mascarillas y material de primera necesidad; en Alicante apoyaron económicamente la elaboración de unas 1.200 viseras y unos 4.000 ‘salvaorejas’ para distintos profesionales de toda la provincia, sobre todo sanitarios; en Avilés aportaron quince mil euros para repartir cinco mil quinientos kilos de comida, divididos en 353 lotes, que fueron repartiendo, entre los meses de mayo y septiembre, entre familias necesitadas de los concejos de Avilés y Castrilló; en Barcelona los estibadores donaron más de 140.000 euros al Departament de Salut de la Generalitat, igualando el valor de la mercancía de material sanitario cargado o descargado en el puerto; también donaron casi setenta mil euros a la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas, que ha impulsado el proyecto “Yo me corono”, con el que se recaudan fondos para la investigación de una vacuna y tratamientos contra la covid-19; los estibadores jubilados sumaron sus fuerzas a la ola solidaria y preparan cada semana cien comidas para la gente más necesitada del barrio de la Barcelonet; en Castellón se ocuparon de la donación de mascarillas con filtro y guantes para el personal de la Fundación Aspropace, dedicada a la atención de personas con parálisis cerebra; en Las Palmas recogieron alimentos y los entregaron en Cáritas, compraron material de limpieza y desinfección, así como elementos desechables para que la comida sea portable, para comedores sociales  y donaron siete tabletas al Cabildo de Gran Canaria, destinadas a sus centros sociosanitarios, para facilitar la comunicación entre los usuarios y sus familias durante el confinamient; en Tarragona se hizo una recogida de ropa y alimentos para un albergue social  y colaboraron con la Autoridad Portuaria y Cáritas en la descarga de camiones con material de higiene para distribuir entre diferentes organizaciones humanitarias de la ciudad; en Valencia reconvirtieron la labor de su ya conocidísimo Puchero Portuario, en vez de su habitual servicio de comidas solidarias, durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, distribuyeron cajas de alimentos y productos de higiene al domicilio de 220 personas sin recursos, así como entregaron ciento diez mochilas escolares a usuarios de este servicio, también impulsaron con su ‘jornal solidario’ el plan Cruz Roja Responde frente a la covid-19 y colaboraron con CaixaBank para introducir el uso de las nuevas tecnologías en las escuelas y poder ayudar a jóvenes en riesgo de exclusión social; en Vigo recaudaron fondos para aportar a los proyectos estatales que Coordinadora Solidaria, a nivel estatal, promueva para paliar los efectos de la pandemia entre las personas más necesitadas.

Se suman, a esta ingente cantidad de proyectos humanitarios, la campaña de Navidad a la que, del mismo modo, se sumaron un gran número de puertos. Entre ellos, Valencia y Tarragona hicieron entregas de juguetes para niños de bajos recursos de sus respectivas ciudades, Tenerife colaboró en la donación de sangre organizada desde el Gobierno de Canarias, Las Palmas apoyaron distintos proyectos orientados a la infancia de San Juan de Dios, entregaron productos navideños al Banco de Alimentos de Las Palmas, repusieron recipientes desechables para las personas sin hogar que normalmente acuden a comedores sociales, donaron juguetes a familias de bajos recursos y financiaron actividades de la Asociación Adepsi, dedicada a la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad; Barcelona también entregó juguetes, esta vez, a la Cruz Roja y Algeciras se sumó al reparto de juguetes, alimentos y productos de primera necesidad para familias necesitadas, además de una donación de cien mil euros a distintas entidades y asociaciones, alrededor de cuarenta, para apoyar sus respectivas campañas de Navidad.

Casi treinta iniciativas solidarias, repartidas por todo el país, que se adhieren al plan nacional, el de Coordinadora Solidaria, que, este año, ha elaborado mascarillas solidarias con las que se han recaudado fondos que financiarán, en el próximo ejercicio, la consecución de proyectos para lograr aquello en lo que, firmemente, creemos: la construcción, entre todos, de un mundo más igualitario, más justo, mejor.

Ramón Alonso
Responsable de la comisión de Coordinadora Solidaria de los Puertos