Problemas de congestión
En la primera mitad del año 2020, las navieras batieron su récord de cancelación de escalas, pero la segunda se ha caracterizado por una recuperación de la demanda a un ritmo mucho mayor de lo esperado. Tanto es así que el tráfico portuario mundial de contenedores se redujo un 6% hasta junio, pero ha aumentado por encima del 10% en el segundo semestre.
La consultora Drewry calcula que, para finales de 2020, la flota global de contenedores solo se habrá reducido un 1,1% hasta los 39,9 millones de TEUs.
Sin embargo, las navieras no han recuperado la normalidad en cuanto a horarios y servicios y esto ha llevado a una escasez de contenedores vacíos en puntos clave de demanda de carga como China, que está afectando a las cadenas de suministro. Además, los operadores están rechazando envíos por la falta de capacidad, lo que está elevando las tarifas y los recargos.
Desde el Consejo Europeo de Cargadores (ESC), sostienen que la falta de contenedores está empezando a resultar insostenible, generando situaciones de inseguridad y una gran congestión en los principales puertos y se ha dirigido a la Comisión Europea para tratar de buscar soluciones a esta situación.