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Editorial

Estiba34-EditorialDespués de un difícil y largo año volvimos a vernos, a compartir, a charlar cara a cara, a debatir, a confrontar. La Covid-19 nos arrebató esa posibilidad y nos cambió la vida.

Los días 14 y 15 de septiembre nos reunimos en Algeciras, en nuestro V Congreso Confederal de Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, bajo el lema El futuro en nuestras manos, donde hemos trabajado intensamente en nuevos retos para los siguientes años, que serán decisivos por muchos motivos, pero, sobre todo, por la nueva etapa en el trabajo sindical que nos ofrece la firma del V Acuerdo Marco de la estiba.

En este congreso hemos dejado claro varias cuestiones. Una de ellas es que es absolutamente necesario que Coordinadora se convierta en el sindicato de los puertos, que la voz de los trabajadores de los puertos sea Coordinadora.

También hemos hablado de lo imprescindible que es retomar las jornadas sindicales presenciales y que el contacto entre compañeros no lo podemos perder. Se ha dejado patente que es muy importante mejorar nuestra cualificación, que la formación ha de ser el pilar de la organización, para garantizar el empleo en el futuro y estar preparados ante los cambios, sobre todo tecnológicos que nos van a afectar.

Ante estas realidades, se adoptaron una serie de medidas de Acción Sindical que se resumen en cuatro puntos o ejes principales: Potenciar un discurso más global y conseguir representación en todos los colectivos portuarios; lograr un Secretariado Confederal más fuerte y activo; apoyar a trabajadores de los puertos con más recursos humanos, tiempo e ideas; e incrementar esfuerzos en acción sindical.

En ese sentido, se ha decidido definir un equipo sólido y estable que visite los puertos, conozca de primera mano sus preocupaciones, tenga un contacto más directo con los afiliados y afiliadas, que los escuche y se haga un seguimiento real de los avances en cada puerto.

Por otro lado, este congreso fue muy especial, no solo por el reencuentro, sino también por su lado más amargo, recordar a amigos, familiares que ya no están a consecuencia de la pandemia, y también a nuestro compañero David Camañes, fallecido en un lamentable accidente en el puerto de Castellón y la larga agonía en la búsqueda de su cuerpo.

Pero ahora toca continuar, trabajar unidos, crecer en implantación y formación y, sobre todo, ser la única voz de los puertos.