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Compromiso con el planeta

Estiba35-MedioAmbiente300Mejorar la calidad del aire, establecer medidas para la descarbonización, eliminar progresivamente el uso de combustibles contaminantes, controlar y reducir la huella de carbono, la contaminación lumínica y acústica, las llamadas estrategias verdes, son medidas que en los últimos años se están trabajando e implementando en los puertos españoles.

Asumido este compromiso con nuestro planeta, las industrias, entidades, instituciones y las personas han empezado a adoptar, de forma paulatina, diversas acciones dirigidas a este fin.

Ejemplos hay varios, como la reciente decisión adoptada en el puerto de Ibiza, limitando el número de cruceros por día. En el puerto de Tarragona se ha acordado sustituir el alumbrado, lo que va a permitir ahorrar la mitad de la energía consumida, repercutiendo en los costes del propio recinto.

En el Puerto de Barcelona se han incorporado 10 vehículos con la etiqueta energética ECO a su flota de servicio con motorizaciones basadas en el uso del gas natural como combustible e híbridas eléctricas y se han formalizado acuerdos para contratar energía eléctrica de fuentes cien por cien renovables que permita reducir a más de la mitad las emisiones de CO2.

Grandes navieras también han puesto en marcha su maquinaria para minimizar el impacto de sus buques al medio ambiente. Uno utilizando baterías de hasta 12 MW para reducir la demanda de la energía durante su funcionamiento, así como con hidrógeno verde. También está la propuesta de la mezcla de hidrógeno y gas natural como combustible para buques.

Toda una suerte de propuestas que ya empiezan a coger fuerza para alcanzar el objetivo marcado desde la Organización Marítima Internacional (OMI) de reducir en un 50% para 2050 la intensidad de carbono en el entorno marítimo y, por ende, a los buques.

Pero hay medidas más cercanas, más prácticas. En las tres terminales del puerto de Valencia se ha empezado a trabajar en la eliminación del plástico en el proceso del suministro de agua a los trabajadores portuarios, para lo que se han colocado dispensadores en cada una de las grúas de los estibadores. Una medida que va a permitir eliminar unas 800.000 botellas anualmente.

Proteger nuestro medio ambiente y trabajar para dejar un planeta respirable para las futuras generaciones es imprescindible, debe ser una tarea global, donde haya un compromiso por igual de todos los países, no debe haber límites fronterizos para las normas, porque, precisamente, el aire no los tiene.