El modo más eficiente para el transporte de mercancías es el marítimo, y se calcula que el 80% del volumen del comercio mundial, de los bienes de consumo se hace por mar. Pero mientras el desarrollo económico y consumo crecen, también lo hacen las emisiones de carbono en este tipo de transporte.

Al respecto, la Unión Europea elaboró en julio de 2021 una propuesta de reglamento –paquete Fit for 55— para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE en un 55 % como mínimo de aquí a 2030 y alcanzar el 70% para el 2050 en relación al año 2008; así como una actualización del régimen de comercio de derechos de emisión, Emissions Trading Sysitem, conocido por las siglas ETS, que encerraba un grave riesgo para el transbordo en los puertos españoles.

La medida implicaba que todas las compañías navieras que discurrieran por los puertos de la UE tendrían que pagar derechos de emisión para cubrir las emisiones de sus viajes, afectando a los buques cuando estuvieran en un puerto de la UE y en viajes entre puertos de la UE, lo que dejaba abierta la posibilidad de que los buques buscaran puertos alternativos y extracomunitarios para evitar el pago de derechos de emisiones.

Si bien Coordinadora comparte que hay que caminar hacia la progresiva descarbonización y protección medioambiental, advirtió en sus alegaciones a este reglamento comunitario de la posible merma de competitividad de los puertos frente a enclaves del entorno que no forman parte de la UE, de la pérdida de influencia internacional de los mismos al perder transbordos, así como del impacto negativo en el empleo y la economía del país.

Pero, ¿Cómo ha ido avanzando la situación y en qué punto estamos?

En lo que respecta a España, en el seno del Consejo de Ministros de la Unión Europea, los países de la UE pactaron en junio de este año, que la futura legislación para descarbonizar el transporte marítimo tenga en cuenta y proteja a puertos como los de Valencia o Algeciras frente a terminales situadas en países vecinos de la UE, donde los buques pudieran atracar para evadir las exigencias comunitarias.

Ahora, los Estados miembros y el Parlamento Europeo se han citado para el próximo otoño para estudiar el documento definitivo del reglamento FuelEU Maritime, que busca la descarbonización progresiva del transporte marítimo en la UE entre 2025 y 2050.

En el mismo se ha acuñado la denominación de puertos fantasmas o puertos evasivos, es decir, aquellos situados a menos de 300 kilómetros de la UE, como es el caso de Tánger respecto al de Algeciras, y que se exija a los barcos que atraquen en ellos las mismas medidas que a los que viajan a espacio europeo, medida que defienden los Estados miembros.

Otro de los acuerdos por los países fue introducir una prórroga hasta 2030 para las regiones insulares y una exención permanente para los buques porta contendores y ferris de las ultraperiféricas, en referencia a los archipiélagos Balear y de Canarias.

Se deberá, por tanto, esperar al otoño para conocer definitivamente las medidas adoptadas.