El diablo de la huelga
Se ha utilizado la huelga, un derecho constitucional que tienen todos los españoles, para demonizar al colectivo de estibadores ante su único recurso para tratar de evitar un despido masivo y una precarización de sus condiciones laborales.
La huelga no es ningún acto ilegal y por supuesto se respetan unas condiciones mínimas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales del país. En el interés de los estibadores no está perjudicar a su comunidad sino conseguir que el Gobierno comprenda que la reforma del modelo de estiba, que evidentemente debe hacerse para cumplir con la sentencia del TJUE, debe llevarse a cabo a través de la negociación con los agentes del sector, respetando los derechos de los trabajadores que han contribuido a su crecimiento y productividad.
A las voces de “la amenaza del desabastecimiento por la huelga de la estiba preocupa a la población” y “desvío de tráficos ante la amenaza de huelga”, las últimas estadísticas de Puertos del Estado revelan que el tráfico de mercancías sigue al alza en los puertos españoles.
Entre enero y marzo de 2017 se registró un aumento del volumen de mercancías del 2% con respecto al primer trimestre del año anterior y en concreto, con respecto al tráfico en contenedor, el número de TEUs manipulados en este primer trimestre del año ha sido un 1,2% superior al mismo periodo del 2016.
El tráfico portuario ascendió a pesar de los anuncios de huelga porque Coordinadora sigue dando prioridad al diálogo y porque nuestro último fin con la huelga es no ejercer nuestro derecho a hacerla. Solo necesitamos una apuesta clara, de todos los actores, por la estabilidad del sector.