Números anteriores

Discriminación de la mujer

podemos-estibadoras-bcn-350px

Una de las consignas que más se repite es que los estibadores son un colectivo machista y que las mujeres no tienen cabida en él. Es cierto que la estiba, como la mayor parte de los trabajos manuales en los que hace falta fuerza y en los que se utiliza maquinaria pesada, era tradicionalmente una labor masculina. Esto ha ido cambiando con los tiempos y cada vez son más las mujeres que participan en la carga y descarga de los barcos. Esto es así, a pesar de que las titulaciones, promovidas por el Gobierno, para acceder al trabajo de estiba las cursan entre un 90 y un 98% estudiantes masculinos.

Para acceder al trabajo de estiba, primero tiene que abrirse una convocatoria en el puerto. Una vez abierta se pueden presentar los aspirantes que tengan la titulación exigida en cada momento y, finalmente, hay que superar una serie de pruebas. Son las mismas para hombres y mujeres.

Los hombres y las mujeres que la empresa decida contratar, desempeñan idéntica labor, tienen la misma responsabilidad y cobran los mismos sueldos. No existe discriminación.

La primera mujer estibadora se contrató en Valencia en 1998, desde 1995 había mujeres haciendo labores de estiba como eventuales. Hoy en día trabajan mujeres en los puertos de Barcelona, Bilbao, Cádiz, Castellón, Gijón, Las Palmas, Málaga, Sagunto, Sevilla, Tarragona y Valencia.