La situación se encuentra en un punto muerto pues la patronal no acepta ninguna de las propuestas que presentan los sindicatos. Sin embargo, hay empresarios que comienzan a manifestar su desacuerdo con esta inmovilidad de Anesco y a mostrar un mayor interés por negociar.

Después de varias semanas de huelgas, los grandes grupos empresariales que operan en España terminan finalmente por desmarcarse de la posición oficial de Anesco, regida por un grupo de empresas que no representa la opinión general, debido a la fórmula de decisión de la Asociación, y ofrecen a los trabajadores de la estiba una propuesta que permite recuperar la paz social, deseada por ambas partes, y que sí garantiza la totalidad del empleo. Aducen que negociarán un acuerdo con esta premisa, bien desde Anesco, bien desde otra organización.

Esta nueva actitud va calando entre las empresas, las cuales alzan la voz de forma masiva a favor del consenso. Los sindicatos en un comunicado indican que no tiene sentido mantener los paros a las compañías que demuestran que están, real y efectivamente, comprometidas y abiertas al diálogo.

El 22 de junio varias compañías deciden desligarse de Anesco al producirse una división empresarial insostenible, permaneciendo en la asociación la mayoría de las empresas del sector proclives a la negociación. Este hecho inicia una nueva etapa de acercamiento de posturas.