A finales de enero el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional convocado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara el brote de coronavirus originado en Wuhan (China) como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.

La International Chamber of Shipping (ICS) que representa al 80% de la flota mercante a nivel mundial anuncia una serie de recomendaciones para limitar su expansión: llevar a cabo controles de salida en los puertos de áreas afectadas para detectar personas con síntomas y prevenir la exportación de la enfermedad, lo que incluye la búsqueda de síntomas y el mantenimiento de casos confirmados bajo aislamiento y tratamiento; la implementación de campañas de información sanitaria, para explicar cómo recibir asistencia si alguien muestra síntomas; y la colaboración con las autoridades sanitarias públicas para la gestión de un caso a bordo, si se detecta.

El coronavirus se propaga rápidamente a nivel mundial y el 11 de marzo la OMS cataloga la enfermedad de pandemia global, recomendando a todos los países la necesidad de activar y ampliar sus mecanismos de respuesta de emergencia para frenar el Covid-19.

En esos momentos se hace crucial la aplicación de medidas de seguridad más estrictas en todos los puertos para proteger la salud de trabajadores y trabajadoras que se encuentran en primera línea.