Alguna vez pensamos que a estas alturas ya disfrutaríamos de una realidad más estable; alguna vez también sentimos que todo aquello por lo que habíamos luchado, y los que vinieron antes, se desmoronaría y seríamos parte de una profesión extinguida. No estamos en una situación tan halagüeña como la que imaginamos en nuestros momentos más optimistas, pero, desde luego, a día de hoy, andamos lejos de desaparecer.

Seguimos en el camino, con fuerza y con perspectivas.

Recién conocido el contenido del reglamento que desarrolla el Real Decreto Ley y presentadas las alegaciones, tanto por nuestra parte como por la de la patronal, queda su aprobación para que, de manera efectiva, sirva de marco legal en las negociaciones.

El RDL ofrecía un año para que empresas y trabajadores pudieran pactar y adaptar los convenios a la nueva legislación, tanto en el ámbito estatal como en cada uno de los puertos. Ese periodo se cumple en mayo y la realidad es que el reglamento aún no está aprobado. Es por ello por lo que nuestra principal reivindicación en estos momentos es que el plazo estipulado en el RDL empiece su cómputo cuando esa negociación se pueda hacer de manera efectiva, o, dicho de otro modo, que el periodo ofrecido se dilate un año.

Entendemos que es una alegación pertinente y justa; es respetar el espíritu del RDL y es, además, corresponder a los agentes, tanto a las empresas como a nosotros, que han hecho posible que los puertos españoles, en 2017, hayan batido récords de tráficos, por tercer año consecutivo.