Uno de los indicadores clave sobre el desarrollo de los puertos es la conectividad. Un aspecto en el que los recintos portuarios españoles se encuentran en el marco europeo, en una posición preferente.

Así lo desvela un estudio del catedrático Fernando González Laxe, quien ha realizado un análisis de la conectividad de los puertos españoles y que arroja como resultado que España en cuanto a sus conexiones de transporte marítimo está situada en la tercera posición respecto a los actuales países comunitarios, estando por delante Países Bajos y Bélgica. Asimismo, indica que el sistema nacional ocuparía el décimo puesto en el ranking mundial.

En dicho estudio, González Laxe también desvela que España es el país de Europa que registra mejores  índices de conectividad marítima bilateral con los países africanos del límite atlántico.

Además, describe el nivel de conectividad particularizado a los distintos puertos españoles, sobre lo que destaca que existe una gran heterogeneidad, si bien, resalta que los puertos de Valencia, Algeciras y Barcelona parten de posicionamientos más avanzados de todo el conjunto.

Y es que la conectividad marítima es un medidor que resulta ser estratégico a la hora de evaluar el grado de competitividad portuaria, de ahí su importancia de conocer a fondo esta variable.

Volúmenes de carga

Tampoco hay que perder de vista otras variables, como son los volúmenes de carga y su evolución, y más teniendo en cuenta los diferentes escenarios de crisis a los que nos enfrentamos.

Según un estudio publicado en PortEconomics, los 15 principales puertos de Europa — entre los que se encuentran Algeciras, Valencia y Barcelona– manipularon 76,8 millones de TEU en el año 2020, año de la crisis sanitaria, un -2,8% si se compara con el ejercicio anterior, el 2019, Si bien, siempre se pensó que la caída iba a ser mayor, cinco puertos experimentaron una recuperación fuerte en la segunda mitad del año 2020, estando Barcelona y Valencia en ese grupo de selectos.

El estudio destaca que Valencia y Algeciras registraron un descenso muy modesto, mientras que Barcelona vivió sus peores momentos en el primer semestre de 2020 debido básicamente a un colapso del tráfico de tránsito.

Comparativa con la crisis de 2008

Al analizar el impacto comparativo con la crisis que se inició en el 2008, los resultados son diferentes. Los puertos de Algeciras y Barcelona registraron pérdidas mucho menores que las del pasado año, 2020; en cuanto a Valencia, la crisis de 2008 no fue impedimento para que continuara su auge como puerto de contenedores.

Por el contrario se observa que las cifras de crecimiento en el periodo de 2007 a 2020 son más altas en la zona del Mediterráneo, respecto al resto de las zonas europeas, en los que los puertos de Valencia y Algeciras muestran un crecimiento “saludable”.

El futuro más inmediato

Pero, ¿cuáles son las tendencias del tráfico marítimo en Europa para los próximos años? El IV Plan Estratégico del Port de Barcelona distingue diferentes realidades que son las que van a influir en el futuro, según un estudio de PortEconomics.

Estas variables son:

• Económicas, en la que hay que incluir el desarrollo de nuevos nichos de mercado.
• Ambientales, como la apuesta por energías limpias
• De tipo social, como el envejecimiento de la población, reducción del empleo, entre otras.
• Cambios en las cadenas de suministros influenciados por el comercio electrónico y la economía circular.
• Aparición de nuevas rutas, la digitalización del trabajo y la cada vez mayor presencia de mega buques.

El resultado del estudio considera que teniendo en cuenta además el contexto geopolítico y la capacidad que tenga la población europea para caminar hacia nuevos modelos sostenibles podrían tener como consecuencia, a largo plazo, una reducción del tráfico de graneles; una bajada en el consumo de vehículos debido a la tendencia a modelos de movilidad alternativa; podría incrementarse el tráfico de mercancías en contenedores, aunque no al ritmo actual; una vez pasada la pandemia por la Covid-19 se vislumbra un crecimiento del tráfico de pasajeros.

Asimismo, se vaticina la aparición de nuevos modelos de negocio en los recintos portuarios y su entorno, principalmente relacionados con el sector energético, en logística portuaria y en e-comercio.